FRACTURA VERTEBRAL OSTEOPORÓTICA

La fractura vertebral osteoporótica es una complicación común entre las personas mayores de 60 años que padecen osteoporosis. Es una afección que, aunque no siempre provoca síntomas, puede ser muy dolorosa e incluso invalidante. Por eso es importante conocer sus síntomas, causas, diagnóstico y los dos tratamientos principales: conservador y quirúrgico. En esta entrada vamos a profundizar en los aspectos más importantes de esta afección, para que puedas comprender mejor cómo afecta a tu cuerpo y cómo puedes tratarla.

¿Qué es la fractura vertebral osteoporótica?

Es una ruptura en el hueso de una de las vértebras de la columna vertebral. En las personas con osteoporosis, los huesos se vuelven más porosos y frágiles, lo que aumenta el riesgo de fractura. Las fracturas vertebrales pueden ser causadas por una lesión aguda o por una acumulación de pequeñas fracturas por estrés. Los síntomas incluyen dolor de espalda, puede ser dolor dorsal o dolor lumbar, pérdida de altura, postura encorvada y debilidad muscular.

¿Cómo se diagnostica la fractura vertebral osteoporótica?

Los médicos diagnostican la fractura mediante un examen físico y evaluación de su historial clínico. También puede ser necesario realizar pruebas adicionales, como radiografías, tomografías computerizadas (TAC) o resonancia magnética (RMN). La resonancia magnética ayuda a diferenciar si la fractura vertebral es reciente o antigua, porque determina la presencia de edema óseo o edema vertebral. En algunos casos, es posible que se necesite una biopsia del hueso. Una vez que se ha confirmado el diagnóstico, se establecerá un plan de tratamiento adecuado.

Tratamiento conservador

El tratamiento conservador de la fractura vertebral osteoporótica se basa en aliviar el dolor, reducir la inflamación y evitar el colapso de la vértebra fracturada. Los medicamentos como los analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares pueden ayudar a mejorar los síntomas. También es importante descansar y evitar la actividad física extenuante durante varias semanas. Además, suele ser necesario usar un corsé o faja ortopédica para dar soporte a la columna vertebral.

Es necesario el seguimiento por un médico especialista tras el diagnóstico. Primero para determinar si el paciente esta usando el corsé o faja de forma correcta. También para valorar si la medicación ayudan a aliviar el dolor y sobretodo controles radiológicos para analizar si la vértebra fracturada sigue acuñándose.

Si en el seguimiento el paciente persiste con dolor y las radiografías muestran mayor acuñamiento vertebral se recomienda el tratamiento quirúrgico.

Tratamiento quirúrgico

Los tratamientos quirúrgicos para la fractura vertebral osteoporótica incluyen la cifoplastia y la vertebroplastia, ambas percutáneas. Ambos procedimientos han demostrado ser efectivos para aliviar el dolor y mejorar la estabilidad de la columna vertebral. La cifoplastia implica la inserción de un globo en la vértebra fracturada y la inyección de cemento óseo para restaurar la altura y estabilidad de la vértebra. La vertebroplastia implica la inyección de cemento óseo en la vértebra fracturada sin un globo previo. La elección del procedimiento dependerá de la gravedad de la fractura y las condiciones médicas subyacentes del paciente. Estos tratamiento quirúrgicos suelen ser mínimamente invasivos y mínimamente agresivos con estancia hospitalaria muy reducida, menos de 24 horas.

Comparativa visual de una vértebra antes y después de la cifoplastiav, demostrando la eficacia del procedimiento.

Comparativa visual de una vértebra antes y después de la cifoplastia.

En algunos casos mas complejos cuando la vértebra esta muy aplastada, se recomienda la cirugía mediante colocación de tornillos y barras sobre las vértebras adyacentes a la vértebra con edema o aplastada. Antiguamente esta cirugía llamada de osteosíntesis se realizaba de forma abierta, ahora la recomendación es realizar la estabilización de forma percutánea.

Consejos para prevenir fracturas vertebrales

La prevención es siempre la mejor opción. Las fracturas vertebrales se pueden prevenir en algunos casos siguiendo estos consejos:

Realizar ejercicio físico regularmente, especialmente aquellos que fortalecen los huesos.
Consumir una dieta equilibrada y rica en calcio y vitamina D.
Evitar fumar y reducir la ingesta de alcohol.
Controlar y tratar enfermedades que afectan la salud ósea, como la osteoporosis.

Conclusion:

La fractura vertebral osteoporótica es una afección que puede ser dolorosa e incapacitante. Sin embargo, es posible prevenirla y tratarla de manera efectiva. Es importante conocer los síntomas y saber cuándo debemos preocuparnos y buscar atención médica. Los tratamientos conservadores y quirúrgicos pueden aliviar el dolor y mejorar el bienestar del paciente. Además, con una atención adecuada y hábitos saludables, es posible reducir el riesgo de fracturas vertebrales en el futuro. ¡Cuidate y disfruta de una vida saludable y activa!

Si tienes mas dudas con este tema, o deseas una consulta particular de tu caso, no dudes en ponerte en contacto: CUENTAME TU CASO

Si tú o algún familiar presenta una fractura vertebral no dudes en buscar la evaluación de un especialista. Un seguimiento adecuado puede ayudar a recuperar la calidad de vida y aliviar el dolor persistente. Tu salud o la de tus familiares es nuestra prioridad.

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